09/05/2018
Asma Ocupacional
El pasado 1 de Mayo se celebró el Día Mundial del Asma.
El asma ocupacional es, en la actualidad, la enfermedad laboral más frecuente en los países industrializados. Se estima que entre el 10 y el 25% de los casos de asma en adultos son de origen laboral. A pesar de esta preocupante cifra, continua siendo una enfermedad altamente infradiagnosticada dadas las dificultades que supone su detección. El diagnóstico implica demostrar la existencia de asma confirmando su relación con el medio laboral. Esto hace que en muchos casos los empleados abandonen el puesto de trabajo antes de ser diagnosticados o bien que no comuniquen la enfermedad por miedo a perder el trabajo.
El asma laboral es el producido dentro de un ambiente ocupacional contaminante por humo o sustancias que puedan causar alergias o cualquier tipo de irritabilidad en los pulmones afectando el proceso respiratorio ocasionando una sensación de pesadez en el pecho y dificultad para respirar. También se considera asma ocupacional cuando siendo preexistente la enfermedad, ésta empeora por la exposición a diversos estímulos que se dan en el lugar de trabajo.
La incidencia del asma ocupacional es especialmente alta en lugares:
- Donde haya presencia de humo constante y no exista una buena ventilación.
- Lugares encerrados donde se trabaja con sustancias químicas, aerosoles y productos que puedan ser inhalados pudiendo provocar alergia pulmonar.
Y es que son más de 575.000 los productos empleados en la industria que se consideran potencialmente nocivos para el aparato respiratorio. De ellos, unos 350 corresponden a sustancias proteicas naturales o agentes químicos de masa molecular baja que han sido clasificados como agentes etiológicos del asma laboral.
Las profesiones que con mayor prevalencia a padecer asma ocupacional son peluqueros, trabajadores de la industria de la goma y plástico, panaderos, agricultores y ganaderos, e industria farmacéutica principalmente (1).
La prevención siempre será la mejor medida. Además de una correcta aplicación de medidas de PRL, existen diversas técnicas de relajación y de respiración y que pueden ser muy útiles al momento de detectar una infección pulmonar o alergia, sin embargo no se puede afirmar que sean 100% eficientes, dependiendo del nivel de avance de la afectación. Cualquier técnica para mejorar el nivel y calidad de la respiración ya sean prácticas de yoga y meditación u otros procedimientos son útiles como factor preventivo dado que contribuyen a oxigenar los pulmones y mejorar la respiración.
Además de la prevención, en aquellos casos en los que las condiciones de trabajo puedan aumentar las posibilidades de padecer enfermedades respiratorias, es aconsejable llevar un control preventivo para descartar las posibilidades de alergias, irritabilidad, problemas respiratorios más comunes y en el peor de los casos asma.
Por ejemplo, dentro de los exámenes el espirómetro determina de acuerdo a la forma de respiración del paciente en un espacio de 10 a 15 minutos las posibilidades de tener dificultades respiratorias con características particulares del asma. Asimismo, cualquier persona que sospeche de tener alergias a sitios con estas características, además de tener dificultades respiratorias, gripes y tos frecuente se le recomienda un control con un especialista en inmunología para descartar las posibilidades de contraer o sufrir de asma.
Tras la aparición del asma ocupacional la mejora o cura de la enfermedad pasa necesariamente por separar al trabajador de la exposición al agente causal y proponer un tratamiento antiinflamatorio adecuado y prolongado en el tiempo. Además, deberá buscarse en la medida de lo posible, ambiente laboral favorable donde no se vea expuesto a posibles afectaciones pulmonares.
- Trabajar en lugares libres de humo, de sustancias toxicas, químicos y demás agentes nocivos y que eventualmente puedan crear un ambiente contaminante y terminar en una complicada afectación a los pulmones.
- No trabajar en lugares muy encerrados, sin una adecuada ventilación.
- Asegurarse que los lugares de trabajo sean amplios, espaciosos, con una adecuada ventilación evitando pasar largas horas en lugares encerrados, oscuros, donde no entre aire y luz y mucho menos en sótanos y lugares muy alejados de zonas al aire libre.
(1) Según datos del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz de Madrid