Realizar sesiones de actividad física cortas, pero constantes, ofrecen grandes beneficios a la salud de las personas. Realizar ejercicio de forma regular reduce el riesgo de padecer depresión, enfermedades cardíacas, accidentes cardiovasculares y diabetes tipo dos.
Pero, ¿qué beneficios tiene el ejercicio en el ambiente laboral? Además de ser una medida para proteger y fomentar la buena salud de sus empleados, las actividades físicas en el trabajo aumentan la participación y productividad de los empleados, y reducen el absentismo y los índices de rotación. También pueden significar un gran ahorro en las primas de seguros médicos ofrecidos por la empresa.
Dependiendo del presupuesto de cada empresa, existen diferentes medidas que se pueden aplicar para mejorar la actividad física en el lugar de trabajo. Por ejemplo, se podría crear un gimnasio, ofrecer clases de diferentes tipos de actividades físicas o se podría llegar a acuerdos para que la empresa facilite el acceso a un gimnasio particular.
Aunque realizar campañas de ejercicio es una buena actividad, las personas a cargo deben procurar que sus iniciativas incluyan a todos los empleados. Según encuestas solo 10% o 20% de los empleados participan en estas campañas de ejercicio.
El problema es que este porcentaje de trabajadores son individuos que ya realizan algún tipo de ejercicio, por lo tanto, la iniciativa no llega a aquellas personas que podrían beneficiarse de ella.
Estas son algunas recomendaciones de actividades que pueden incluir a todo el personal:
- Fomentar el uso de escaleras: utilizar más carteles y señales que inviten a que los empleados usen las escaleras. Además, se recomienda que los empleados monitoreen este tipo de actividades para que vean su progreso.
- Organizar una campaña colectiva de pérdida de peso: realizar una competición siempre es una forma divertida y efectiva de incluir a un mayor número de empleados. En este proceso se recomienda ofrecer consejos de alimentación.