Un liderazgo consciente por parte de gerencia es clave para conseguir una plantilla saludable y productiva. Un buen líder es conocedor de la influencia que ejerce sobre los demás. Por ello, es tan importante que los líderes empresariales se formen y aprendan a trabajar la atención plena, entrenar la empatía y fortalecer su propia resiliencia psicológica en la vida cotidiana como líder, entre otros aspectos.
Los jefes conscientes son mejores jefes
O por lo menos así lo han demostrado diferentes investigaciones al respecto. ¿Por qué?
- Practicar la atención plena tiene efectos positivos en nuestra salud tanto física como mental: Nos hace sentir mejor
- Se reducen los niveles de estrés, depresión y ansiedad. El estrés aumenta un comportamiento impulsivo y empeora el comportamiento social. Un líder que sepa manejar sus niveles de estrés será un líder más equilibrado y promoverá una actitud y comportamiento social en esa línea.
- Practicar la atención plena ayuda a mejorar la capacidad de concentración y de memoria. Es evidente que la consecuencia de ello es una mayor productividad y mejora en la toma de decisiones, generándose un impacto positivo en la mejora del bienestar en el lugar de trabajo.
El Liderazgo consciente
Un estilo de liderazgo consciente puede ser innato en algunos casos, pero en la mayoría de casos se aprende. El entorno empresarial con reuniones, llamadas telefónicas y agendas interminables nos aleja a menudo de un liderazgo consciente. Sin embargo, la neurociencia demuestra que cuando los líderes se encuentran en un estado de liderazgo no consciente, su cerebro no funciona de manera óptima. En lugar de tomar las decisiones ejecutivas necesarias para avanzar en los objetivos de la empresa, las energías dispersas recorren la cultura de la empresa, dejando a los empleados sintiéndose a la deriva e infravalorados.
Por el contrario, un líder consciente crea una conciencia cultural saludable y alienta a los empleados a mostrar lo mejor de sí mismos demostrando la importancia de:
- Ser flexibles: Un líder debe mostrar la capacidad de adaptarse constantemente de manera flexible a las nuevas circunstancias. Más que nunca, los gerentes deben ser capaces de reaccionar con calma a cualquier tipo de cambio. La pandemia nos ha enseñado mucho sobre adaptarnos a cambios.
- La comunicación interna: El contacto es la base para construir una relación y confianza. Un líder consciente intentará tener una conversación, en persona, por teléfono o videoconferencia, de cinco a diez minutos. Además, es una forma de demostrar que los empleados son importantes para la empresa y esto sin duda tiene un impacto positivo en aspectos como el compromiso, motivación y mejora de la comunicación interna.
- La autenticidad e Intención: Los líderes conscientes tienen éxito porque aportan intención y autenticidad a todo lo que hacen. Todo gerente, directivo, responsable de departamento, etc.. en definitiva, todo aquel que ejerza un liderazgo debe hacerlo desde la autenticidad verificando regularmente si cumple con sus propios requisitos de salud, lealtad y honestidad.
- Cuidar de nuestras necesidades físicas y psicológicas. El liderazgo consciente, también significa ser consciente de uno mismo, vigilando las propias necesidades físicas y psicológicas. Sabiendo cuando desconectar o tomar un descanso y evaluar su propia densidad de trabajo y organización del trabajo. De nuevo, un líder consciente puede ayudar con su ejemplo a que el resto de los empleados tomen consciencia de la importancia de la vigilancia de la salud en las empresas.
En definitiva, un liderazgo consciente es la base para guiar bien a otras personas de la organización consiguiendo así una mejora global en áreas como el clima laboral y salud de los empleados.