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Prevención del Cáncer de Piel Ocupacional: Aspectos a tener en cuenta

Prevención del Cáncer de Piel Ocupacional: Aspectos a tener en cuenta

El 13 de Junio es el Día Mundial del Cáncer de piel, una enfermedad que en los últimos cuatro años ha aumentado en un 38% con 150.000 nuevos casos detectados anualmente y 600 muertes(1). En esta publicación te explicamos qué prevención debes llevar a cabo para el cáncer de piel ocupacional.

El cáncer de piel se contempla dentro del cuadro de enfermedades profesionales recogido en el Real Decreto 1299/2006, de 10 de Noviembre en el grupo 6 (enfermedades profesionales causadas por agentes cancerígenos). Las radiaciones ionizantes junto con algunos agentes químicos están reconocidos como agentes cancerígenos de piel relacionados con las enfermedades profesionales.

De este modo, todos aquellos empleados que trabajan expuestos al sol y a sus rayos ultravioleta son un grupo de riesgo para el desarrollo de la enfermedad.

Prevención del Cáncer de Piel Ocupacional

Las horas prolongadas de trabajo al aire libre requieren cuidados adicionales. La prevención pasa necesariamente por evitar la exposición al sol tanto como sea posible entre las 10 a.m. y las 4 p.m. y si esto no es posible, por aplicar medidas de protección:

Existen casos de personas que desarrollan múltiples lesiones cutáneas precancerosas, llamadas queratosis actínica, en sus manos, antebrazos y cara que se podrían prevenir o reducir simplemente  con un sombrero y una camisa de manga larga. Pantalones largos, camisas de manga larga, o camisa de manga larga abierta sobre una camiseta para obtener más ventilación, camisas de cuello alto para proteger  la parte posterior del cuello, escoger materiales como lana, el algodón crudo o el poliéster  así como  ropa hecha con tejidos de protección UV específicamente diseñada para bloquear el paso de los rayos solares contribuirá a proteger nuestra piel del sol. Y por supuesto, el uso de sombrero.

Cualquier tipo de sombrero es mejor que nada, pero  hay algunos que pueden dejar orejas, cuello o lados de la cara expuestos al sol. Un sombrero de ala ancha con un borde de al menos 7,5 cm, sombreros de cubo con un borde de en ángulo de al menos 6 cm o sombreros con material adicional que cubre las orejas y el cuello) deben ser el aliado de cualquier persona que trabaje expuesta al sol. Además es importante comprobar que estén hechos con tejidos que bloquean el paso de los rayos solares.

Además éste debe renovarse al menos cada dos horas, en este sentido es importante brindar a los trabajadores descansos para volver a aplicar protector solar. Para la piel que no se puede proteger con ropa, como manos, el cuello y la cara, es importante utilizar un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 y volver a aplicar con frecuencia durante el día. Si se suda, se debe reponer el protector solar con mayor frecuencia. En el caso de trabajos  en los que se esté en contacto con el agua por ejemplo instructores de deportes acuáticos, el protector debe aplicarse cada vez que se salga del agua incluso si se usa un producto resistente al agua ya que parte del mismo se irá con el agua.

Aspectos a tener en cuenta: Los labios suelen ser los grandes olvidados cuando hablamos de protección solar. Deben protegerse con bálsamo labial con factor de protección de al menos 30 FPS.

Los trabajadores que pasan su jornada laboral al aire libre, deben visitar a un dermatólogo  al menos una vez al año para examinar y poder detectar a tiempo cualquier señal de cáncer de piel.

Los empleados que trabajan al aire libre suelen ser conscientes de la importancia de proteger la piel del sol pero a menudo descuidan la protección de sus ojos. La exposición a los rayos UV puede provocar cáncer de piel en los ojos y en los párpados. Además, fotoconjuntivitis, cataratas, retinopatías, fotoqueratitis son solo algunos ejemplos de los daños oculares más comunes producidos por la exposición a la luz solar.

Usar gafas de sol que bloquean del 99 al 100 por ciento de los rayos UV y cuanto más grandes mejor, es una medida fundamental para proteger nuestros ojos del sol. Además se recomienda que las gafas sean polarizadas (especialmente cuando en el lugar de trabajo hay superficies reflectantes como agua, arena, tejas, asfalto, etc.)  dado que contienen un filtro especial que bloquea la luz reflejada y sólo dejan pasar la luz útil.

Aspectos a tener en cuenta: Si los empleados deben conducir es importante comprobar que las gafas sean aptas ya  que en algunos casos debido al color u oscuridad de la lente, no son recomendables para la conducción. También es importante elegir gafas de sol que se ajusten bien y  cubran los lados para  evitar que los rayos solares entren por ambos lados de la cara. Algunos trabajadores pueden necesitar protección ocular adicional en este caso, existen gafas de seguridad especiales con protectores oculares para aplicaciones industriales.

Parece obvio, pero a veces por obvio se omite este detalle que es sin duda el elemento que más puede contribuir desde el punto de vista de la prevención a evitar el desarrollo de un cáncer de piel o de otros efectos de la exposición al sol.

La sombra puede provenir de manera natural de árboles y arbustos, o artificialmente de estructuras permanentes o portátiles, que pueden erigirse fácilmente y adaptarse a diferentes tipos de equipos y lugares de trabajo.

En aquellos casos en los que no se pueda trabajar en la sombra igualmente hay que intentar en la medida de lo posible proveer de sombra a los trabajadores para momentos de descanso o pausas para desayunar, etc.

Aspectos a tener en cuenta: La sombra debe ser efectiva. Evaluar la efectividad de la protección que ofrece es importante ya que no se debe confiar solo en la sombra. Un empleado que trabaja a la sombra puede recibir igualmente una cantidad sustancial de exposición de fuentes indirectas de radiación solar, por eso, a pesar de la  sombra siempre hay que combinar esta medida de prevención con medidas personales de protección solar.

 

(1):Según datos Academia Dermatología y Venereología

 

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