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El amianto y los peligros para la salud laboral

amianto y salud laboral

El amianto,  es un material en forma de fibras flexibles que tiene un alto grado de resistencia a la combustión. Gracias a sus excelentes propiedades aislantes, mecánicas y químicas, así como a su bajo coste, este material se utiliza en gran variedad de productos manufacturados y en las estructuras metálicas de los edificios. Sin embargo, si permanecen mucho tiempo en el aire, las fibras del amianto se convierten en un verdadero riesgo para la salud de los trabajadores. De hecho, los empleados que están en contacto con este material tienen una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón y mesotelioma (tipo de cáncer que ataca la membrana que rodea al pulmón, así como a otros órganos internos).

En España este problema se viene arrastrando desde hace años.

Según una investigación llevada a cabo  por el Instituto de Salud Carlos III, el Consorcio de Investigación Biomédica de Epidemiología y Salud Pública y el Ministerio de Sanidad, entre 1975 y 2010 murieron en España 6.037 personas debido a un cáncer pleural, de los que el 66 % eran hombres y el 34 % mujeres. Aunque pareciera que el paso del tiempo traería consigo una solución a los daños provocados por el amianto, lo cierto es que poco a cambiado: la Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 125 millones de personas están o estuvieron expuestas al asbesto. Esta cifra permite estimar que, en las próximas décadas, fallecerán 107.000 trabajadores a nivel mundial y 40.000 en España.

Medidas preventivas

Cuando se maneja algo tan dañino como el amianto, las empresas tienen que tomar cartas en el asunto. En estos casos, generalmente, las empresas optan por establecer medidas preventivas de carácter colectivo, pero para tener un mejor resultado se debe recurrir a la protección individual.

Medidas generales

Informar y formar al trabajador sobre:

Equipo de protección adecuado

 

 

 

 

 

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