La prevención de riesgos laborales es mucho más que cumplir con la obligación legal que supone el velar por la salud y seguridad de los empleados.
La prevención de riesgos laborales no es algo estático, no es cumplir con una serie de medidas de seguridad ni realizar los cursos de formación, es mucho más que eso. Por ello desde Geseme, como empresa que lleva más de 50 años cuidando personas en las empresas, explicamos en qué puede fallar la prevención de riesgos laborales
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Enfoque de la prevención de riesgos: El talón de Aquiles de muchas organizaciones
El enfoque de la PRL debe ser el del ciclo PHVA. (Planificar-Hacer-Verificar-Actuar). El ciclo PHVA es un método de mejora continua. La prevención de riesgos no es algo que se ejecuta una sola vez, sino un espiral continuo en el que deben analizarse los procesos y trabajar por la mejora continuada en materia de prevención de riesgos. Este enfoque centrado en el ciclo de mejora continua es más fácil de seguir y es una estrategia eficaz en la gestión de procesos de salud y seguridad. Las empresas y los trabajos que se llevan a cabo están en constante evolución y proceso de cambio. Algo que ayer funcionaba puede no funcionar hoy, de ahí la importancia de concienciar sobre la prevención de riesgos laborales como “elemento vivo” en las empresas y no como una obligatoriedad a la que hacer frente.
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Planificación de las políticas de PRL y Ejecución
La fase de planificación es el primer paso del éxito en materia de PRL. La organización y su servicio de prevención ajeno deben desarrollar una política de salud y seguridad en la que se definan las metas y expectativas de la organización. Las empresas deben ser consciente de los riesgos y deben planificar cómo evaluar y comprender los principales problemas a los que se enfrenta. Este proceso debe ir evolucionando en el tiempo para atender y satisfacer las necesidades de la empresa constantemente.
Después de la planificación, la etapa de hacer es cuando ocurre la acción. El servicio de prevención ajeno debe identificar los riesgos y encontrar una solución para minimizarlos o eliminarlos. -
Verificación: La clave para comprobar que todo funciona según lo previsto
A menudo es una etapa que se pasa por alto. La verificación, control y evaluación de lo definido durante la planificación es un elemento clave para seguir mejorando y ver si todo se cumple según lo previsto. Durante esta fase, el desempeño debe ser monitorizado, controlado y evaluado usando diferentes métodos definidos durante la fase de planificación. El objetivo no es otro que el de poder observar, recopilar y analizar datos. Además, de la conveniencia de realizar inspecciones periódicas para verificar el funcionamiento de las medidas de prevención en el lugar de trabajo.
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PRL, mucho más que prevenir accidentes: Especialización y conocimiento en materia de PRL
La externalización del servicio de prevención de riesgos y su profesionalización permite ampliar la implementación de diferentes líneas de actuación específicas destinadas a mejorar la salud de los individuos que trabajan en una organización más allá de su jornada laboral. Por ejemplo, si en una empresa el 40% de los trabajadores fuma no basta con quedarse con ese dato sino con trabajar con objetivos y planes de acción específicos destinados a reducir el % de trabajadores fumadores.
En definitiva, como vemos la gestión de la prevención de riesgos laborales es un aspecto muy amplio que abarca muchas áreas de trabajo y merece ser contemplado como un aspecto clave dentro de la organización. Los beneficios que una buena política de PRL aporta a la empresa a nivel de disminución de costes y retención de talento son muchos. Invertir en bienestar laboral tiene un efecto directo en el aumento de la productividad y competitividad de las empresas.
Desde Geseme seguiremos trabajando para ofrecer la mejor protección para su empresa.
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