La Prevención de Riesgos Laborales es igual de obligatoria y de importante tanto para aquellos empleados que trabajan presencialmente como para aquellos que trabajan en remoto.
¿Por dónde empezar con la prevención de riesgos laborales de trabajadores en remoto?
Según la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de PRL “La empresa deberá obtener toda la información acerca de los riesgos a los que está expuesta la persona que trabaja a distancia ya sea por parte de quien tuviera competencias en materia preventiva (visitando el lugar en el que se desarrolla el trabajo a distancia y, siempre con el permiso de la persona trabajadora) o por los datos facilitados por la persona trabajadora (en caso de no dar permiso para que se visite el lugar de trabajo)”.
👉Evaluación de riesgos:
El punto de partida es el realizar evaluaciones de riesgos específicas para el trabajo remoto, teniendo en cuenta los riesgos asociados con el entorno de trabajo en el hogar, como ergonomía, seguridad eléctrica, riesgos de tropiezos y caídas, y riesgos psicosociales.
A partir de ahí, la empresa deberá:
👉 Proporcionar equipos y mobiliario adecuados para garantizar que los trabajadores en remoto tengan acceso a equipos ergonómicos con el fin de prevenir y/o evitar lesiones musculoesqueléticas y problemas de postura.
👉 Ofrecer formación en ergonomía y seguridad:
Los trabajadores en remoto deben ser conocedores de los riesgos laborales a los que se enfrentan tanto desde el punto de vista físico como de riesgos psicosociales. La formación que deben recibir es la misma que la del personal empleado que trabaja presencialmente. Esto incluye formación sobre la postura a adoptar a la hora de trabajar, configuración correcta del espacio de trabajo, la realización de pausas activas y el uso seguro de equipos y herramientas.
👉 Brindar comunicación y apoyo:
El trabajo en remoto suele ser un trabajo en solitario. Esta soledad se asocia a unos peores resultados en aspectos psicológicos y en productividad. Por ello, es imprescindible que desde la organización se mantenga una comunicación abierta, proactiva y regular que tenga como finalidad que el empleado sienta que “no está solo”. Hacerle ver que cuenta con apoyo, orientación por parte de la empresa y que ésta puede ofrecerle recursos adicionales si es necesario, mejorará tanto su bienestar físico como emocional.
👉 Prestar especial importancia a la prevención de riesgos psicosociales:
Algunos de los principales riesgos psicosociales a los que se enfrentan los trabajadores en remoto son:
- Aislamiento
- Estrés
- Falta de reconocimiento
- Sensación de desconexión con la organización
- Largas jornadas laborales
- Falta de límites entre vida laboral y personal
La comunicación con los miembros de la organización es clave en la prevención de este tipo de riesgos.
👉Ofrecer acceso a servicios de salud y bienestar:
Los trabajadores en remoto deben tener el mismo acceso a los servicios de salud y bienestar que el resto del personal empleado.
Además de estas medidas fundamentales, el plan de prevención de riesgos para trabajadores en remoto puede incluir recomendaciones y/o medidas de control específicas destinadas a proteger a los empleados en teletrabajo de los riesgos a los que se enfrentan. Estas medidas pueden ser, por ejemplo,
- establecer sistemas de comunicación para mantenerse en contacto con trabajadores remotos para valorar el tipo y duración de las tareas laborales.
- establecer sistemas de recordatorio de hacer pausas regulares tras periodos prolongados frente a la pantalla.
- ofrecer acceso a grupos sociales de trabajo en línea o actividades presenciales de manera regular para evitar el aislamiento social.
En definitiva, es importante que las empresas entiendan que el trabajo a distancia puede resultar beneficioso tanto para las organizaciones como para el personal empleado, eso sí, siempre y cuando se gestione de manera correcta. De lo contrario, sus efectos pueden ser devastadores tanto a nivel de retención de talento, compromiso y productividad para la organización como a nivel de salud física y mental para el empleado.