Geseme News

17/05/2021

Obesidad e hipertensión: ¿por qué es importante prevenir ambas enfermedades?

El 15 de Mayo se celebra el Día Europeo de la Obesidad y el 17 el día Mundial de la Hipertensión.

Ambas enfermedades están en muy presentes en nuestra sociedad y además están relacionadas entre sí.

Empezaremos hablando de la hipertensión.

La hipertensión es una enfermedad crónica que se estima afecta al 43% de la población adulta española. Tener hipertensión puede provocar una serie de complicaciones graves para la salud. Por ejemplo, el 70% de las personas con insuficiencia cardíaca tienen hipertensión. En el caso de las personas que tienen accidentes cerebrovasculares, el 80% de ellas también tienen hipertensión. Por tanto, la relación entre hipertensió y enfermedades cardiovasculares (arterioesclerosis, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o infarto de miocardio entre otras) es muy estrecha ya que la presión arterial alta es el principal factor de riesgo.

A su vez, el sobrepeso es el principal factor de riesgo de la hipertensión.

¿Cuál es la relación entre hipertensión y obesidad?

La relación entre hipertensión y obesidad está ampliamente contrastada. A medida que aumenta el peso corporal, la presión arterial puede aumentar también. Aunque muchos otros factores pueden conducir a la hipertensión la obesidad es una de las principales causas de la enfermedad. Según diferentes investigaciones médicas al menos el 60% de los casos de hipertensión pueden estar relacionados con la obesidad.

Cuando una persona sufre de estas dos dolencias, sus posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular grave también aumentan considerablemente.

 Obesidad e Hipertensión: Relación de causalidad

Entre ambas enfermedades existe una relación de causalidad, es decir, ambas pueden causar la una a la otra. Si se es obeso, puede desarrollarse hipertensión debido al sobrepeso y por otro lado, las personas que padecen hipertensión arterial son propensas a aumentar de peso.

¿Cómo causa la obesidad hipertensión?

Cuando se padece obesidad, hay más grasa en nuestro organismo. Esta grasa requiere oxígeno y nutrientes para sobrevivir y los obtiene a través de la sangre. El transporte de sangre a estas áreas de grasa adicionales aumenta la carga de trabajo del sistema circulatorio.

Corazón, arterias y venas tienen que trabajar más para hacer circular la sangre por todo el cuerpo. Y esto conduce a un aumento sustancial de la presión arterial.

Otra forma en que la obesidad aumenta la presión arterial es mediante el engrosamiento de las arterias. La grasa acumulada endurece las arterias. Debido a esto, su nivel de adrenalina aumenta, lo que aumenta su retención de sal. El aumento de la retención de sal también provoca un aumento de la presión arterial.

 

Cómo curar la hipertensión: Hábitos alimenticios, Pérdida de Peso, Ejercicio y Control del estrés

Para mejorar la hipertensión será necesario introducir una serie de cambios en el estilo de vida. La pérdida de peso es una excelente manera de deshacerse de la presión arterial alta. Para ese propósito, es imprescindible comer de manera saludable y hacer ejercicio con regularidad.

Comer alimentos bajos en sal y evitar los alimentos en conserva puede ser una buena forma de comenzar un cambio.

El estrés es otro de los factores a considerar. El estrés además también predispone al sobrepeso por lo que al final nos encontramos con un espiral de factores que entre sí están interrelacionados.

El estrés laboral y un sedentarismo que obliga a muchos trabajadores a permanecer más de 8 horas sentados frente al ordenador son algunos de los principales factores que influyen en el aumento tanto de la hipertensión como de la obesidad.

Esto hace que tanto el saber gestionar el estrés como el sobrepeso sea cada vez más una preocupación de primer orden tanto para el empleado como para el empresario que se preocupe por la salud laboral de sus trabajadores.

De ahí la importancia de que los responsables de salud laboral de la empresa adopten diferentes medidas destinadas a la prevención del sobrepeso entre tus empleados como por ejemplo:

.Fomentar medidas destinadas a mejorar los hábitos nutricionales de los trabajadores– en especial en empresas que cuentan con comedores colectivos sus trabajadores- facilitando un mejor acceso a una alimentación saludable.

.Facilitar y/o concienciar  sobre la importancia de realizar algún tipo de deporte o incrementar la actividad física. Por ejemplo muchas empresas acuerdan servicios de entrenamiento personal a través de monitores deportivos que se desplazan a la empresa.

.También puede fomentarse la práctica de deporte entre los empleados con actividades que puede realizar una gran mayoría de los trabajadores por ejemplo creando un equipo de running.

De esta manera, con sencillas medidas como éstas, se estará actuando sobre dos de los principales problemas de salud de la sociedad actual. Dos enfermedades (hipertensión y obesidad)  que a su vez son factor de riesgo de una larga lista de enfermedades por lo que merece la pena invertir en programas de salud que busquen favorecer un estilo de vida más saludable para los empleados.