
29/09/2020
El estrés como accidente laboral
El estrés laboral está considerado uno de los mayores problemas en el trabajo tal y como reconoce la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Y es que una larga lista de enfermedades cardiovasculares o musculoesqueléticas vienen motivadas por una exposición prolongada a altos niveles de estrés además de otros problemas de salud que no siempre se relacionan con el estrés como la fatiga, el dolor de cabeza, insomnio o trastornos gastrointestinales.
Según datos del INE, el 59% de los trabajadores en España sufre algún tipo de estrés en el trabajo. Aparte del estrés laboral hay otros tipos de estrés en el trabajo como el síndrome de burnout (empleado quemado), el mobbing, el estrés postraumático o el karoshi (muerte por exceso de trabajo).
Por otro lado, infartos y derrames (el único accidente de tipo no traumático que se incluye en las estadísticas) son actualmente la primera causa de muerte laboral y representan ya un tercio de la siniestralidad laboral.
Si tenemos en cuenta la estrecha relación existente entre estrés y enfermedades coronarias así como las múltiples consecuencias que el estrés tiene para la salud, la prevención del estrés laboral se convierte en un elemento clave para cualquier organización que quiera contar con una plantilla saludable, aumentar la productividad, y disminuir el absentismo ya que el estrés es una de las principales causas de baja.
El ritmo de trabajo y la falta de prevención para este tipo de riesgos, son las principales causas de que muchos empleados padezcan unos altos niveles de estrés.
El estrés es una enfermedad silenciosa. Por ello es importante estar atento a posibles indicadores que señalen un caso de estrés fundamentalmente por tres motivos:
1).- Porque el grado de estrés que un individuo puede llegar a tolerar es muy subjetivo e incluso para la misma persona varía en función de las circunstancias. Algo que en un momento dado puede ser estresante puede no serlo para otras personas o dejar de serlo para la misma persona.
2).-Porque el estrés pasa por diferentes etapas: alarma, resistencia y por último, agotamiento. Durante esas etapas nuestro cuerpo se prepara para la huida o el enfrentamiento de ahí que en determinados niveles, el estrés puede incluso llegar a ser positivo aparentemente ya que actúa como elemento motivador para llevar a asumir nuevos retos.
3).-Porque en la gran mayoría de casos el estrés no se interpreta como tal. A diferencia de lo que ocurre con cualquier otra dolencia o enfermedad física, muchas personas que están sometidas a situaciones de estrés no son capaces de conectar sus padecimientos físicos con su realidad cotidiana. “Esto no me afecta”, se dicen cuando en realidad lo pensado no se ajusta a lo experimentado.
Estas tres causas justifican que al margen de otras muchas medidas de prevención que hacen referencia a las condiciones de trabajo (ver este otro artículo en el que mencionábamos las principales medidas de prevención del estrés), es importante que exista un servicio de vigilancia de la salud en la organización que con intervenciones individuales y con la ayuda de psicólogos que ayuden a los empleados a saber enfrentarse de manera diferente a las situaciones que les generan estrés, a saber gestionar sus emociones y a encontrar el equilibrio entre ocio y trabajo ya que el saber disfrutar durante el tiempo libre ayuda a que los niveles de estrés en el trabajo sean más llevaderos.