01/06/2018
Horarios atípicos: ¿Qué efectos tienen sobre la salud? ¿Qué precauciones hay que tener en cuenta?
Ya se trate de un trabajador autónomo o asalariado se consideran horarios atípicos todos aquellos que no sigan el patrón de un horario normal, es decir, un horario regular diurno que respete las tardes, noches y fines de semana. Este horario está en consonancia con los ritmos biológicos y facilita la vida social y todo aquel que no siga este cronograma se considera «horario atípico».
Los horarios atípicos, trabajar festivos, los turnos o el trabajo nocturno afectan al 15,7 % de los trabajadores españoles. A nivel mundial se estima que en los próximos años, aproximadamente un 50% de la población activa mundial trabajará a turnos. Además, no debemos olvidar que el uso de las nuevas tecnologías ha propiciado que trabajadores con horarios regulares acaben haciendo horarios atípicos dado que para quienes hacen uso de ordenadores, el correo electrónico o el teléfono, muchas veces no hay horario y se acaban respondiendo mails o trabajando fuera del horario regular.
Las consecuencias para la salud son varias dado que tiene diferentes repercusiones en la salud el ir contra natura, por ejemplo, el ser humano está «biológicamente programado» para dormir por la noche y la vida social y familiar se organiza en el ritmo día/noche,… en definitiva son muchos los desajustes que se producen cuando escapamos de un horario regular.
De este modo los horarios atípicos tienen consecuencias tanto a nivel mental como físico además de repercutir en las relaciones socio-familiares.
Problemas de los horarios atípicos
Los principales problemas que traen consigo uno horarios atípicos tienen que ver con:
- La falta de sueño o su mala calidad, un aspecto que a largo plazo es un factor de trastornos psicológicos (por ejemplo, depresión, agotamiento, trastornos del estado de ánimo) o físicos (por ejemplo, fatiga física crónica).
- Unos hábitos alimenticios poco saludables. El comer a deshoras, el no poder seguir las pautas de lo que se considera una alimentación equilibrada disminuyendo la ingesta de calorías a medida que avanza el día, el comer sólo, de forma rápida, sin prestar demasiada atención a la comida son algunas de las principales barreras a las que deben hacer frente quienes tienen horarios atípicos. Si además a unos hábitos poco saludables le unimos un estilo de vida sedentario, el sobrepeso y/o la obesidad suele ser otro de los principales problemas de los trabajadores con horarios atípicos. Hábitos poco saludables y sobrepeso también propiciarán conjuntamente con otros factores de riesgo como el consumo de tabaco, un aumento de los problemas de origen cardiovascular.
- Los accidentes de trabajo ocurren más frecuencia entre trabajadores con horarios atípicos por lo que están más expuestos a sufrir accidentes que el resto de empleados.
- Cáncer: Son varias las investigaciones que clasifican el trabajo nocturno como un factor probablemente carcinogénico para los humanos.
¿Qué hacer y cómo prevenir los riesgos para la salud de los horarios atípicos?
Es evidente que en muchos casos las empresas no tiene más opciones que las de establecer horarios atípicos y consecuentemente son cada vez más los empleados con horarios irregulares, a pesar de los riesgos para la salud.
Para ello es responsabilidad del empleador facilitar seguimientos de salud individuales destinados a la prevención y toma de medidas necesarias para impedir el avance de determinados factores de riesgo.
A partir de ahí corresponde al profesional médico determinar las pautas para minimizar riesgos (rotación horaria, descansos, no exceder de 9 horas en turnos de noche, asegurar una correcta iluminación en el caso de trabajos nocturnos, etc.).
Por otro lado, tras haber recibido una correcta formación, es responsabilidad del empleado el aplicar en su vida diaria el mayor número de medidas posibles destinadas a paliar los efectos de un trabajo con horario atípico. Por ejemplo, reducir los niveles de ruido que interfieren con la hora de conciliar el sueño y la recuperación, practicar actividad física fuera del horario de trabajo y cuidar la alimentación aún y teniendo en cuenta las barreras que puede suponer un horario irregular.
En definitiva, los riesgos existen pero si empresa y empleado trabajan conjuntamente para minimizar los efectos de este tipo de trabajos, las consecuencias pueden reducirse a niveles mínimos.
Para ampliar información recomendamos leer otro artículo de Geseme sobre Los turnos horarios y sus efectos sobre la salud