12/12/2018
PRL en cargos directivos: El precio de la responsabilidad
Una investigación llevada a cabo en Reino Unido ha revelado que casi la mitad (44%) de los CEOS admiten que se han sentido obligados a comprometer su salud y bienestar como resultado de la presión en el trabajo.
El estrés y el grado de presión al que se ven expuestos muchos altos cargos trae consigo importantes problemas de salud mental. Muchos directivos quieren hacer todo, estar en todas partes y participar en cada decisión, pero casi inevitablemente ese tipo de enfoque termina afectando a la salud.
Muchos ejecutivos permanecen en situaciones estresantes y de gran intensidad porque existe la creencia generalizada de que un líder empresarial debe ser fuerte y no mostrar vulnerabilidad. A menudo esta actitud va en detrimento de las relaciones personales y el bienestar. Si a esto le unimos unos hábitos de estilo de vida poco saludables desde el punto de vista de alimentación, falta de sueño, sedentarismo, etc.. es evidente que la salud de los directivos a menudo se ve comprometida por las exigencias del trabajo.
Según el informe La salud del directivo para un mejor liderazgo elaborado por la fundación CEDE (Confederación Española de Directivos y Ejecutivos), la carga de responsabilidad, el estrés o la ansiedad son algunos de los factores desencadenantes de los problemas de salud que padecen los altos directivos españoles.
Así, el estudio Euroespes concluyó que los problemas de salud más frecuentes detectados entre los directivos españoles son principalmente.
- Colesterol. Exceso de colesterol (hipercolesterolemia) y de grasas (hiperlipemia) en sangre.
- Problemas cardiovasculares. Enfermedades asociadas a la hiperlipemia y a la hipertensión arterial.Enfermedades cerebrovasculares. Trastornos relacionados con el riesgo de padecer un ictus (accidente cerebrovascular) a partir de los 60 años.
- Función hepática y transaminasas. Aumento de las transaminasas y alteraciones de la función hepática, normalmente debidas al exceso de comida y al consumo de alcohol.
- Depresión y ansiedad. Trastornos emocionales y conductuales que propician la inestabilidad emocional y frenan las relaciones sociales.
- Déficits metabólicos. Carencias en vitaminas B6, B9 (ácido fólico) y B12.
- Otros trastornos. Otras enfermedades menos frecuentes, como hiperglucemia, diabetes mellitus tipo II, hipotiroidismo y cáncer (pulmón, digestivo,próstata, ginecológico y mama).
La prevención pasa necesariamente por
. Seguir una dieta variada y equilibrada
. Realizar ejercicio físico regular
. Dormir lo suficiente
. Mantener un buen equilibrio emocional
. Reducir el estrés
. Racionalizar y disfrutar del trabajo
. Distraerse a menudo y someterse periódicamente a chequeos rutinarios.
No obstante esto que aparentemente parece sencillo no lo es tanto:
Solo uno de cada 10 (12%) daría prioridad a su salud y bienestar sobre su trabajo (1).
Al margen de la , los gerentes desempeñan un papel crítico en el establecimiento de una cultura de salud laboral en la organización. Un directivo/ejecutivo que se cuide y vigile su salud tiene un efecto “contagioso” importante con respecto al resto de la organización y por tanto será mucho más sencillo el generar una cultura empresarial saludable si los propios directivos predican con el ejemplo.