Además de ser un pasatiempo muy enriquecedor, el arte también es una excelente herramienta para disminuir el estrés porque permite que los adultos entren en contacto con sus sentimientos y su lado creativo, lo cual podría ser sumamente benéfico en diferentes ámbitos de su vida.
De acuerdo con los resultados de un estudio publicado en el Journal of the American Art Therapy Association realizar 45 minutos de actividad creativa puede tener un impacto positivo en la reducción del estrés, sin importar si la persona ya practica algún tipo de arte o si no ha tenido contacto con el mundo artístico. Estos son algunos de los beneficios que pueden obtener al practicar cualquier tipo de forma artística:
- Distrae de los problemas: el proceso de creación artístico exige un poco de atención, por lo que es difícil pensar en problemas cuando se está haciendo arte. Después de una sesión de creatividad, la mente tiene una mayor claridad.
- Ayuda a acceder a un estado de “Flow” o flujo: este estado es similar a la meditación y, además de reducir el estrés, ayuda a mejorar el rendimiento.
- Permite dedicar tiempo a uno mismo.
Tal como se mencionó anteriormente, el entrar en contacto con el arte no significa crear una obra maestra, sino más bien potenciar el lado creativo y alejar la mente de las preocupaciones diarias. Existen muchas actividades creativas que pueden realizarse, tales como aprender a tocar un instrumento, pintar o escribir. Sin embargo, también pueden ser actividades más sencillas como dibujar, colorear o escribir un diario personal.
Arte en el espacio de trabajo y su repercusión en la salud laboral
Pero los beneficios del arte van más allá de los obtenidos con la práctica de alguna actividad artística. El arte en el lugar de trabajo también aporta beneficios relacionados con una mayor productividad y mejora de la salud.
Contrariamente a lo que se cree, el distraerse en el trabajo no siempre es negativo o al menos no lo es tanto si el objeto de la distracción es una obra de arte. En realidad según diferentes investigaciones puede aumentar la productividad, reducir el estrés y aumentar el bienestar de los trabajadores.
En una de estas investigaciones se solicitó a los participantes que hicieran un trabajo de una hora en cuatro tipos diferentes de espacio de oficinas.
- Básico: contiene sólo las cosas necesarias para hacer las tareas.
- Enriquecido: con arte y plantas que ya estaban colocadas
- Potenciado: el mismo arte y las plantas, pero los participantes podían elegir dónde ponerlas.
- Desautorizado: los participantes podían organizar el arte y las plantas ellos mismos, pero el investigador luego cambió el “toque personal de cada individuo” y volvió al diseño enriquecido.
El equipo descubrió que las personas que trabajaban en la “oficina enriquecida” trabajaban aproximadamente un 15% más rápido que las de la oficina “básica” y tenían menos quejas de salud, esta cifra se duplicó para las personas que trabajaban en el espacio “potenciado”. En cuanto a aquellos que habían visto sus toques personales desatendidos sus niveles de productividad eran los mismos que los del espacio “básico”.
Según Nacho Galeano, Director Área Salud de Geseme «todo aquello que enriquezca el espacio de trabajo tiene una incidencia directa en la salud y clima laboral. Son varios los estudios que han demostrado que se pueden producir mejoras medibles en aumento del compromiso y productividad de los empleados así como en la potenciación del talento.”
De este modo y desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales y de la mejora de la salud de los empleados parece ser que el arte puede influir y mucho en hacer que las empresas sean más saludables.