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cómo afecta meteorología a la salud laboral

Meterología y Productividad ¿cómo están relacionados?

La productividad de los empleados en el lugar de trabajo es uno de los componentes clave de un negocio exitoso.

La productividad es generalmente el resultado de la ética laboral de un individuo. Sin embargo, debido a la naturaleza humana, todos somos susceptibles a diferentes factores que afectan la forma en que trabajamos.

Uno de estos factores es el clima. Determinar el nivel de productividad de cada empleado en varios escenarios climáticos es una tarea imposible.

El clima crea diferentes respuestas de humor en diferentes personas. Por eso, hemos analizado los dos lados de cada historia meteorológica y cómo puede fomentar la productividad de los empleados en estas situaciones.

Días lluviosos

Un día lluvioso es un día gris. Los estados de ánimo de los empleados generalmente serán más bajos dada la escasez de luz solar. Sin embargo, la lluvia no siempre tiene un impacto negativo en la productividad de los empleados. Lo más habitual es que losempleados estén menos motivados pero precisamente por ello completen las tareas para regresar a casa cuanto antes mejor.

Sin embargo, ciertos miembros del equipo con una personalidad más proactiva pueden experimentar una mayor productividad en un día lluvioso. Se trata de aquellos empleaos que cuando miran por la ventana y ven lluvia y nubes, prefieren quedarse en la oficina. Por tanto, permanecerán en el trabajo más tiempo y completarán el trabajo más rápido, ya que no se distraen con las tentaciones de poder salir a disfrutar del aire libre. Además, los días de lluvia también suele asociarse a un cierto estado de “calma” que favorece el desempeño laboral.

¿Cuál es la solución?

Si se observa que la productividad de los empleados disminuye los días de lluvia, a veces evitarlo es tan simple como intentar pequeños gestos como invitar a un café o proponer un descanso breve durante la jornada para comentar algún tema y contribuir así a mejorar el humor y el ánimo.

 

Días Calurosos

El clima soleado suele tener una influencia positiva en el estado de ánimo, a menos que haga demasiado calor. En cualquier caso el clima cálido tendrá diferentes impactos según la persona.

Aquellos a los que les gusta el calor llegarán a la oficina con una sonrisa en la cara, pero también pueden estar mentalmente muy desconectados del trabajo pensando en qué harán tras acabar la jornada laboral lo que repercute en menores niveles de concentración y consecuentemente productividad.

Por el contrario, los empleados a los que no les gusta el calor llegarán al trabajo de peor humor pero, en general, querrán permanecer en un ambiente fresco con aire acondicionado durante el mayor tiempo posible.

Además según diferentes estudios parece existir relación entre las altas temperaturas y mayor irritabilidad en las personas.

¿Cuál es la solución?

Las condiciones de trabajo deben ser óptimas. El aire acondicionado para asegurar una temperatura óptima junto con el disponer de agua fría son dos aspectos imprescindibles en días de calor.

En cualquier caso la implementación de horarios flexibles, posibilidad de teletrabajo, días libres o jornadas intensivas son medidas que ayudarán a aumentar la productividad de cualquier empleado en general le guste más o menos el calor. Por ello, en verano es más importante aún si cabe el poder implementar medidas de este tipo que han demostrado tener una incidencia directa en la productividad, mejora del absentismo y retención de talento.

Días fríos

La temperatura no es el único factor que afecta el estado de ánimo de los empleados en los días fríos, también lo es la falta de luz solar. Los días son más cortos y cuando nos despertamos con un cielo oscuro para llegar al trabajo y regresamos y ya es de noche el estado de ánimo en general suele verse afectado negativamente.

La productividad a lo largo de las horas de luz solar generalmente no se verá afectada, pero una vez que el sol se pone después de las 5 p.m. la mayoría de los empleados estarán pensando en volver a casa.

¿Cuál es la solución?

Una vez más el ofrecer horarios más flexibles que permitan adaptarse a las preferencias de los empleados. Algunos empleados preferirán llegar antes para salir antes y poder disfrutar de alguna hora de sol de camino a casa y otros preferirán entrar más tarde y salir más tarde.

Al final, siempre que el tipo de trabajo lo permita, lo importante es conseguir adaptar el ritmo de trabajo a las preferencias y horas de mayor productividad de cada empleado, sin duda se trata de la mejor opción para que empresa y empleados trabajen a altos niveles de productividad.

Temperatura en el lugar de trabajo:

Además de las condiciones metereológicas, no debemos olvidar que la temperatura en el lugar de trabajo juega un papel clave en la productividad de los empleados. Lo ideal es que la temperatura en la oficina se mantenga entre los 20 y los 24 grados.  Algunos estudios, como este publicado en Plos One, concluye que las mujeres son más productivas cuando la temperatura se sitúa entre los 21 y los 26,6 grados, mientras que los hombres parecen tener un mejor desempeño cuando las temperaturas están por debajo de los 21 grados.  Por eso mantener los niveles de temperatura entre los 20-24 grados se considera lo más apropiado a la hora de buscar una temperatura ideal para todos los empleados.