Resiliencia Organizacional ¿Por qué es clave para las empresas?
No hay duda de que en la situación actual con los desafíos que ha traído consigo la pandemia por Covid-19, las empresas han tenido que hacer adaptaciones muy rápidas para asegurar su supervivencia en tiempos de gran incertidumbre; algunas de estas adaptaciones han tenido éxito y otras no, pero sin duda alguna de esta experiencia se pueden extraer muchos aprendizajes que influyen a la hora de potenciar la resiliencia organizacional. Probablemente nunca antes había sido tan importante mantener la seguridad y apoyar la salud mental de las personas que forman parte de una organización empresarial y que han debido realizar su trabajo en unas condiciones jamás experimentadas anteriormente (incertidumbre, falta de motivación, miedo, etc..)
Comprender la resiliencia organizacional
La resiliencia organizacional abarca no sólo aspectos de la adversidad, sino también la capacidad de una empresa para responder, recuperarse y aprender de acontecimientos que se consideran disruptivos y desafiantes de cualquier tipo (tecnológicos, infraestructura, prestación de servicios, etc).
La resiliencia organizacional no puede considerarse de forma aislada, ya que la resiliencia de una organización dependerá en parte de la resiliencia de otra, ya sea de los clientes, proveedores, competidores, del sector empresarial o de la sociedad en su conjunto tal y como ha ocurrido en esta situación de pandemia.
La noción de resiliencia organizativa fue introducida en 2014 por la British Standards Institution en su estándar BS 65000. Este concepto fue reforzado por la Organización Internacional de Normalización desarrollando la ISO 22316, que adoptó un enfoque global de la resiliencia organizacional independientemente del tamaño de la empresa, el tipo (público o privado), la industria y el sector. Obtener esta acreditación trae consigo numerosos beneficios a las organizaciones.
La planificación de la resiliencia organizativa es un proceso proactivo y que, sin duda, debe reajustarse ahora durante y después de la pandemia Covid-19.
El contar con cierta planificación aporta claridad dentro de las empresas sobre cómo interactuar entre las responsabilidades asignadas y cómo cada área y puesto de trabajo necesita ser adaptable cuando se requiere un cambio, ya sea de forma reactiva o proactiva.
La resiliencia organizacional requiere de diferentes elementos que promuevan tal capacidad de adaptación tanto por parte de la organización como de los individuos que forman parte de ella, veamos cuáles son algunos de los principales:
.-Liderazgo:
En el contexto de la resiliencia de la organización, el liderazgo se asocia con factores clave como el estilo de comunicación, el compromiso con los trabajadores, la auditoría y mejora constante y el reconocimiento de factores de riesgo internos y externos.
Los líderes de organizaciones necesitan guiar a las personas adaptando sus estilos de liderazgo dependiendo de la situación a la que se enfrentan. El estilo de liderazgo repercute en el comportamiento de los empleados y en su sentido de participación en las tareas asociadas con el mantenimiento de la resiliencia de una organización.
.- Promover una cultura de trabajo en equipo/colaborativa en la que se reconozca el trabajo de cada individuo.
La colaboración promueve la confianza y el intercambio de capacidades refuerza el compromiso dentro de una organización para buscar soluciones frente a la adversidad.
De este modo, promover la comprensión y el reconocimiento a la contribución que cada empleado aporta a la organización, preparará mejor a la empresa ante cualquier situación de cambio a la que tenga que enfrentarse.
.- Formar y fomentar la capacidad de resilencia individual:
Las personas con mayor resiliencia, con mayor capacidad de adaptarse a la adversidad mientras continúan trabajando eficazmente con independencia de factores externos así como la capacidad de adaptación y flexibilidad para cambiar con los requisitos de una organización, son beneficiosas para cualquier empresa. La resilencia no es una capacidad con la que se nace sino que se aprende y desarrolla. Por ello a pesar de que los empleados deben querer adoptar tal aprendizaje, es importante que las empresas fomenten acciones destinadas a desarrollar las habilidades de resilencia entre sus empleados ya que esto les beneficiará tanto en su lugar de trabajo como en su vida personal.
.-Apostar por el compromiso en seguridad y salud laboral
El grado de compromiso con una organización se ha asociado a mejores habilidades de resilencia. La satisfacción laboral es un motor clave en el grado de compromiso de una persona con respecto a una organización. La resiliencia individual y organizativa dependen una de la otra. Cuantos más esfuerzos destine una empresa a cuidar de la seguridad y salud laboral de sus trabajadores, mejor será la respuesta de sus trabajadores ante cambios o situaciones imprevistas. Son muchas las investigaciones que concluyen que las personas reportan una mayor satisfacción en entornos de trabajo que ofrecen oportunidades de participación, autonomía y desarrollo personal, en las que los empleados tienen límites de trabajo claros y son conscientes de cómo necesitan ejecutar su papel con máxima eficacia.
En definitiva, trabajar todos aquellos aspectos que determinan cuándo una empresa es saludable, es la mejor forma de construir una sólida cultura de resiliencia organizacional.