17/01/2022
Cómo acabar con el ‘presentismo’ y evitar el aumento del absentismo en 2022
Es casi una realidad que estos casi dos años de pandemia han impactado en la sociedad de diferentes maneras. En el ámbito laboral y en especial en algunos sectores, muchos empleados han continuado trabajando sin sentirse bien. Ya sea por una carga de trabajo demasiado alta, por las condiciones en las que se ha tenido que trabajar, por el miedo a las implicaciones económicas que puede suponer coger la baja por enfermedad o por el motivo que sea, este “cansancio físico y mental” puede haberse traducido en un aumento del presentismo.
Es por ello que en este artículo reflexionamos sobre algunos aspectos relacionados con el trabajar cuando no estamos bien:
1).-Los peligros del teletrabajo:
La pandemia ha cambiado el mundo del trabajo y muchas personas siguen trabajando de forma remota. Esto puede hacer que trabajar mientras el empleado no se encuentra bien o está enfermo sea más común ya que existe la creencia de que estando en casa aún y estando enfermos, podemos trabajar. Otro de los peligros del teletrabajo es el no desconectar y el no realizar descansos durante la jornada.
2).-Trabajadores esenciales:
Durante la pandemia se hizo evidente la importancia de los trabajadores esenciales para la sociedad. Miles de empleados de servicios de primera necesidad acusan tiempo después el haber estado al pie del cañón desde el inicio de la pandemia del coronavirus. El agotamiento físico y mental de muchos de estos trabajadores puede pasar desapercibido. Que un trabajador continue desempeñando su labor cuando no se encuentra bien nunca es una buena idea. Lo más probable es que su salud empeore y, al final, acabe necesitando parar durante un periodo más largo.
3).-Trabajadores excesivamente comprometidos
Las organizaciones deben darse cuenta de que un empleado que trabaja físicamente en una oficina no garantiza necesariamente mejores resultados o productividad. El equilibrio entre el trabajo y la vida personal se ha deteriorado enormemente en los últimos años con una presión constante para rendir y cumplir por encima de las expectativas. El poco valor que se da a la autopriorización y a tomar descansos para descansar y recuperarse hacen que muchas personas acaben estando en su lugar de trabajo, sólo por estar. Y no sólo eso, sino que en muchos casos existe una cultura de oficina que valora el estar disponible después del horario de trabajo. Sobre el papel, hay flexibilidad, pero la realidad es diferente y trabajar desde casa o salir temprano a menudo tiene connotaciones negativas. Por lo tanto, la práctica de estar presente en el trabajo durante más horas de las que realmente se requieren e incluso en caso de enfermedad se ha vuelto común.
En cualquier caso, lo que resulta evidente es que el presentismo es la antesala del absentismo. Ni el presentismo ni el absentismo son buenos para las empresas y pueden afectar la productividad, por lo que abordar ambas problemáticas en el 2022 es esencial en especial cuando muchas empresas intentan recuperarse de este periodo de pandemia.
¿Cómo reducir el presentismo?
- Reconocer las señales
Es esencial educar a la dirección/gerencia de la empresa para que puedan ver los primeros signos de este comportamiento antes de que se convierta en una parte generalizada de la cultura de su empresa.
- Animar al personal a tomarse breves periodos de descanso
Que los empleados enfermarán en algún momento es un hecho. Sin embargo, lo importante es saber transmitir que desde la empresa se espera que los empleados enfermos se queden en casa y se recuperen. Hacerlo así ayudará a reducir el presentismo.
- Flexibilidad laboral
El trabajo a distancia, el horario flexible y las pausas forzadas pueden ayudar a reducir el presentismo.
- Descubrir por qué el personal no está comprometido
Si existen empleados no comprometidos es importante saber el por qué. Quizás se deba a un exceso de trabajo, a que se sienten infravalorados o simplemente aburridos y necesitan nuevos retos. La única forma de saberlo es hablando con ellos y fomentando una cultura de diálogo que les ayude a sentirse escuchados.
- Invertir en programas de bienestar
Implementar o mejorar un Programa de Bienestar que promueva una vida saludable puede mejorar el bienestar y el estado mental de los empleados, prevenir enfermedades físicas y reducir el impacto de las condiciones existentes.
Cuanto más saludable, feliz, cuidado y motivado estén los empleados menos presentismo, absentismo y mayor productividad y retención de talento.