04/02/2019
Jornadas laborales largas: incrementan la aparición de cáncer y de enfermedades del corazón en las mujeres.
Un estudio reciente descubrió que las jornadas laborales extensas aumentan las posibilidades de que una mujer contraiga cáncer o que sufra una enfermedad cardíaca.
Esta investigación, realizada por la Universidad Estatal de Ohio, tuvo como objeto de estudio a mujeres que, durante más de 30 años, tuvieron semanas laborales de 60 horas o más.
Los resultados indicaron un mayor riesgo de contraer cáncer, artritis y enfermedades cardíacas. Los investigadores señalaron que una mujer comienza a presentar riesgos cuando sus jornadas laborales exceden más de 40 horas y se vuelven fatales cuando sobrepasan las 50.
Por su parte, los hombres con horarios laborales demandantes presentan mejores resultados que las mujeres. ¿A qué se debe este fenómeno? A que las mujeres no sólo se enfrentan a su carga laboral, sino que, por lo general, también son las responsables de la estabilidad familiar y todas las actividades que eso conlleva. Por supuesto, esto deriva en un aumento de estrés y presión que los hombres no padecen. Sumado a esto, se tienen que considerar los intereses personales y profesionales de la mujer, los cuales se ven reducidos por las necesidades familiares que deben cubrirse.
Bajo esta perspectiva, es evidente que las mujeres de hoy en día se encuentran cumpliendo una serie de roles que tienen que equilibrar con su vida familiar: las horas que dedican a su trabajo más las horas que invierten en su familia derivan en una jornada laboral muy larga y llena de estrés, características que sólo pueden significar la aparición de enfermedades y otros desequilibrios.
Aunque este estudio está enfocado en las mujeres, es una forma perfecta de representar la vida laboral de los empleados actuales. Las empresas deben tener presente que el tener a los empleados trabajando jornadas laborales más amplias no significa una mayor productividad y un incremento en los ingresos. De hecho, las empresas resultan más beneficiadas cuando sus trabajadores son más saludables: la calidad del trabajo aumenta y los costos médicos se reducen.
¿Qué es lo que podrían hacer las empresas para reducir las posibilidades de que los empleados se enfermen o, en el peor de los casos, fallezcan?
.Proponer una carga horaria más flexible y facilitar la conciliación familiar
.Implementar programas de detección y cuidado de la salud que disminuyan la posibilidad de contraer una enfermedad crónica.
Sin duda, el ritmo acelerado con el que las sociedades crecen hoy en día impacta en las actividades laborales.
Diversas investigaciones han demostrado que los trabajadores con jornadas laborales extensas presentan un mayor nivel de estrés, problemas para dormir, desórdenes digestivos y cansancio crónico. Además, estos empleados presentarán un bajo rendimiento en el trabajo y serán más propensos a sufrir algún tipo de lesión.
Aunque estos estudios también han encontrado la relación entre cargas laborales y enfermedades crónicas, lo cierto es que estos daños a la salud también son producto de las malas o buenas costumbres de las personas, por lo que además de las medidas que desde la empresa se puedan instaurar, la formación en unos hábitos de estilo de vida y alimentación saludables es clave para conseguir reducir la aparición de determinadas enfermedades.