01/06/2018
Adicción al trabajo: ¿cómo detectarla? Peligros para la salud
Adicción al trabajo es pensar en personas que trabajan duro, que dedican muchas horas a su trabajo y que, en parte, lo ven como algo positivo. Ser adicto al trabajo no significa únicamente trabajar duro. A menudo se confunden ambos conceptos.
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En el caso de empleados por cuenta ajena, el perfil corresponde a aquellos que trabajan extra, que se llevan trabajo a casa, que trabajan fines de semana, durante sus vacaciones o acuden al trabajo estando enfermos. Además, el adicto al trabajo no solo trabaja duro sino que establece unos estándares a excesivamente altos:
- Se exige mucho a sí mismo creyendo no ser suficientemente bueno nunca.
- Se esfuerza por agradar a los demás y presenta dificultades para saber delegar responsabilidades. Quiere supervisar y controlar todo bajo la excusa de que para hacerlo bien hecho, debe hacerlo él/ella mismo.
Esta intensa necesidad de ejercer control sobre cualquier aspecto de su trabajo conduce al estrés y a la preocupación excesiva por cosas completamente fuera de su control. Obviamente, este comportamiento repercute en el clima laboral y en las relaciones del adicto al trabajo con el resto de empleados dado que la persona puede comportarse de manera impulsiva para tener el control de determinadas tareas o puede entrar en conflicto con cualquier compañero que amenace su control.
El adicto al trabajo prioriza su faena a la vida personal
- La vida del adicto al trabajo se caracteriza por una notable falta de equilibrio.
- El adicto al trabajo se da poco tiempo para desarrollar y disfrutar las relaciones personales.
- La salud ocupa un lugar en la cola de sus prioridades porque antepone el trabajo a todo.
Además, la adicción al trabajo – muchas personas se vuelven adictas a la adrenalina que generan unos altos niveles de trabajo – hace que la persona trabaje siempre a altos niveles y dedique cada vez más tiempo al trabajo buscando así experimentar estos sentimientos de forma repetida.
En este proceso de trabajar de forma intensa, el adicto al trabajo puede llegar a abandonar prácticamente todo (relaciones familiares, amigos, etc.) ya que acaba considerando todo como una prioridad menor en comparación con su trabajo.
En el ámbito del desempeño laboral es igualmente nocivo para la organización dado que a medio/largo plazo la productividad de empleados «Workaholic», cae en picado y puede llegar a «contaminar» al resto de compañeros.
Diagnosis de la adicción al trabajo
Investigadores de la Universidad de Bergen han desarrollado una escala de medición* para determinar el grado de adicción al trabajo. (*aceptada por la comunidad médica).
De este modo, la escala mide varios factores, incluida la frecuencia con la que ciertos aspectos se aplican a su vida. Estos artículos se miden en una escala de: nunca (1), rara vez (2), a veces (3), a menudo (4), siempre (5) de situaciones como:
- Piensas en cómo puedes liberar más tiempo para trabajar.
- Trabajas para reducir sentimientos de culpa, impotencia, depresión y ansiedad.
- Te han advertido que reduzcas el tiempo de trabajo pero lo has ignorado.
- Pasas mucho más tiempo trabajando de lo que inicialmente habías previsto
- Te estresas cuando no puedes trabajar.
- Trabajas tanto que ha impactado negativamente tu salud (falta de sueño, dieta inadecuada, sobrepeso, etc..)
- Siempre tienes prisa por hacer las cosas
- Cuando no trabajas te sientes nervioso, extrañad, incómodo
- Crees ser el único que puede hacer las cosas de forma correcta
- El tiempo de ocio, el practicar deporte, el estar con familia o amigos pasa a un segundo plano siempre por el trabajo.
La investigación -publicada en el Scandinavian Journal of Psychology- indica que si se responde «a menudo» o «siempre» a al menos cuatro de estos elementos, existen síntomas de adicción al trabajo.